Residentes de Ámsterdam exigen limitar el turismo masivo

El debate sobre el turismo excesivo en Ámsterdam ha llegado a los tribunales. Un grupo de vecinos agrupados bajo el movimiento “Amsterdam Has a Choice” presentó una demanda para exigir límites concretos al número de visitantes que recibe la ciudad cada año. Su propuesta busca establecer un máximo de 20 millones de noches de alojamiento turístico anuales, argumentando que el turismo desbordado ha deteriorado la calidad de vida, desplazado a los residentes locales y encarecido la vivienda.

Los demandantes sostienen que la capital neerlandesa ha llegado a un punto de saturación. Las calles del centro histórico, los canales y los barrios más turísticos sufren una sobrecarga diaria que afecta el tránsito, la limpieza y la convivencia. A esto se suma el ruido nocturno y la proliferación de alquileres turísticos que, según denuncian, han reducido drásticamente la oferta de vivienda permanente para los ciudadanos.

Las autoridades locales han implementado algunas medidas para contener el fenómeno, como restricciones a los cruceros, límites a los alquileres de corta duración y campañas para desalentar el turismo de fiesta. Sin embargo, los vecinos argumentan que estas acciones no han sido suficientes y que la ciudad sigue siendo víctima de su propio éxito como destino internacional.

En respuesta, el Ayuntamiento de Ámsterdam afirma que mantiene su compromiso con un turismo responsable y equilibrado, pero insiste en que la economía local depende en buena medida de los ingresos del sector. Más de 70.000 empleos directos están vinculados al turismo, lo que complica cualquier decisión drástica sin afectar la estabilidad económica.

El caso ha despertado interés en otras ciudades europeas que enfrentan problemas similares, como Venecia, Barcelona y Lisboa, donde los residentes también reclaman límites a la llegada de visitantes y a los alquileres turísticos. El resultado de esta demanda podría sentar un precedente importante para la gestión urbana del turismo en Europa.

Mientras tanto, Ámsterdam busca una fórmula que combine sostenibilidad, equilibrio social y prosperidad económica, consciente de que mantener su encanto histórico y su vida local es clave para el futuro del destino.